Un problema que tenemos como país, desde que el país fué país, es que la mayoría de su gente vive lejos de las montañas. Somos animales de campo, o animales de ciudad; pero somos pocos, en proporción, los que somos animales del cerro.
Históricamente, la industria minera ha representado el 3% o menos del Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina. En estos últimos años, 2005 al 2012, se ha reducido a aproximadamente el 1%; y en el 2014, al 0.6% (fuente CAEM, Folleto VIII, “Minería Argentina, Aspectos Económicos, www.caem.com.ar).
Sin embargo, representa un 5.4% del valor de las exportaciones, lo que es una medida del valor intrínseco económico de la industria; quién de nosotros maneja estos datos fluídamente? Cuántos de nosotros tenemos presente el aporte de la minería en otros aspectos, incluyendo el laboral, con empleos directos e indirectos? Para que se usan los metales? de que están hechos los autos, los celulares, las TV, y todas las demás cosas que no sembramos y cultivamos?
En otros países vecinos, como por ejemplo Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, la minería les llega más fácil a la sociedad, al común de la gente; nacen y conviven con el tema a diario; seguramente sus familiares o amigos trabajan en, o conocen a alguien que trabaja en, la industria minera.
Para nosotros, el camino pasa por la educación de la sociedad. Mas allá de los intereses mal pensados, pensamientos bastardos e ideologías nocivas y destructivas, la mayoría de la sociedad Argentina no tiene idea de lo que es la minería, ni para que sirve; claro, no es culpa de nadie; nosotros somos vacas y sojas! y todos los poderes económicos y los grandes períodos de desarrollo de la Argentina se han sustentado siempre en el campo. La industria manufacturera poco y nada, y la minería casi no existe. De las tres bases fundamentales (clásicas) del desarrollo económico de un país, nosotros tenemos una sola, y con suerte! porque no ha faltado en la historia reciente ocasión para atacar al campo también, aunque las razones e ideologías políticas sean otras.
Entonces es lógico que la sociedad no conozca del tema. Y los negativos, destructores y anarquistas, se aprovechan y fomentan esa ignorancia general para difundir exageraciones, errores, y más ignorancia, todo en línea con una agenda claramente diseñada para la destrucción o al menos la represión de la actividad.
No estamos diciendo nada nuevo, por supuesto que no; todo esto lo hemos leído y conversado entre nosotros mil y una vez! pero ahi está el punto principal de estos párrafos: no hay necesidad de convencernos unos a otros; ni tiene uso que nos demos palmaditas en la espalda felicitándonos mutuamente por nuestra abnegación y devoción a una vocación e industria que sobrevive a pesar de que la sociedad no nos conoce ni nos aprecia; que va! por poco podemos decir que ni sabe que estamos.
Lo que sería realmente útil es que nos esforzemos por educar; lo que este país y su sociedad necesita es educación; no propaganda, no slogans; educación!
Que vamos a hacer cada uno de nosotros en nuestro pequeño círculo? educamos a nuestros hijos y sus amigos en la escuela? respetuosamente, manejamos y difundimos la información que necesitamos manejar y difundir para educar a nuestros semejantes y compatriotas? explicamos porque la Argentina necesita imperiosamente desarrollar su minería? o hacemos como muchos ciudadanos Norteamericanos, que votaron a Trump porque el voto era secreto? Nadie parece querer admitirlo, pero al fin y al cabo, fué elegido Presidente! y “yo no fuí”! (pero no me extrañaría que sea re-elegido dentro de un par de años más).
Hacemos nosotros lo mismo? escondemos nuestra actividad porque no queremos entrar en conflicto, o peor aún, porque no tenemos las armas para debatir sanamente y con respeto por todos y con todos? debatir desde el conocimiento para desenmascarar las falsedades, superficialidades, y malas intenciones con que la sociedad es bombardeada a diario?
Que opinan? Se puede?
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